martes, 13 de enero de 2009

Respeto






Respeto para el formidable y rotundo trabajo de las actrices. Respeto por lo que ha sido un trabajo durísimo
Respeto por el dolor y los momentos sutiles.
Ha sido una experiencia al límite, hemos creado un teatro radical donde se arriesga la vida.
La instalación de la obra "Desórdenes Mentales" se apoya en el despliegue de sus textos, hablas que habitan el espacio tal como los cuerpos son hablados por el masivo circunvalante (Jaspers) que acomoda los cuerpos al poder, en que el poder se aparece obviamente como potencia, no como un acto.
Dramaturgia de las fuerzas del lenguaje, para cumplir con la promesa que dice que no hay sujeto puesto que es el momento, la época, lo que nos construye cuando nos habla para integrar los cuerpos al flujo de poderes.
Somos hablados por el poder y sus múltiples derivadas, a veces se producen malos implantes de los dispositivos básicos de acople en la maquinaria, por "malas" historias familiares, caja de resonancia de la verdadera forma formante. (Las palabras en la construcción del comunismo o la liberación de la potencia humana, o la reacción de los fascismos que distribuyen la tortura para la dominación de los cuerpos). En el borde se produce la enfermedad , es decir "el individuo". Los problemas mentales son el límite de las crisis políticas o civilizatorias, en familia se incuba el delirio para organizar el colapso de lo común a la experiencia_ siempre allí como un tutor despótico, el significante masivo falla cuando no proporciona contención para las políticas de la experiencia, esta es la locura_ el límite exterior del capitalismo es la esquizofrenia.
Saludos a Eugenia Prado y gracias por un texto que recupera racionalidad y así detener la desmesurada influencia de las magias y las eco-supersticiones.
Saludos a Alejandro Trejo por un trabajo arriesgadísimo que saca el texto al aire...

John Streeter.

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