martes, 13 de enero de 2009

Un eco al silencio


Necesito cada vez que me levanto una fuerte concentración para comenzar en la mañana, he vuelto a Chile después de catorce años, ha sido una experiencia difícil…el teatro…, que grande palabra. Necesito prepararme, concentrarme, ha sido tan difícil volver al teatro… tanta envidia, tanta mediocridad, me esfuerzo inmensamente día a día para evitar el desencanto, la desilusión. Hoy con mi proceso de trabajo estoy satisfecha, agradecida de vivir tanto dolor, agradecida de dejar el pasado y de vivir de nuevo. Hoy he encontrado a mis viejos amigos, he abierto mi corazón a nuevos encuentros. Quiero una vez más agradecer a Verónica Santiago de aceptar mi amistad, de estar a mi lado, agradecer a Alejandro Trejo de creer en mi trabajo, agradecer a mis compañeras, a Chamila de entregar tanta energía, a Eugenia de vivir su talento, a mi familia de ayudarme y de soportar mi horrible carácter. La celadora, que personaje… Me ha dado tanto dolor, mi propio dolor. El cuerpo termina adolorido, maltratado, su silencio, el abandono, la soledad, la soledad de todos…el silencio… Gracias por esta oportunidad Annabella

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